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Mantenimiento Preventivo

El mantenimiento preventivo es una práctica esencial en la gestión de maquinaria vial. En el contexto de obras públicas, minería, construcción y logística pesada, el uso intensivo de equipos como motoniveladoras, retroexcavadoras, topadoras, cargadoras frontales y tractores exige un control riguroso y permanente de su estado operativo. No se trata solo de mantener en marcha una máquina, sino de preservar su eficiencia, su seguridad y su valor operativo a lo largo del tiempo.

La importancia del mantenimiento preventivo en equipos viales

¿Qué se entiende por mantenimiento preventivo?

El mantenimiento preventivo consiste en la planificación y ejecución de inspecciones, ajustes, limpiezas, lubricaciones, reemplazos y pruebas funcionales que se realizan antes de que ocurran fallas. A diferencia del mantenimiento correctivo —que actúa cuando ya hay una avería—, el preventivo busca anticipar problemas, basándose en pautas de tiempo, horas de uso, ciclos de trabajo o condiciones específicas del entorno.

Este tipo de mantenimiento está recomendado por los fabricantes líderes del sector —como Caterpillar, Komatsu, John Deere, Volvo CE, Case Construction, Hitachi, JCB y Liebherr, entre otros—, quienes proporcionan manuales detallados con intervalos de revisión y protocolos para cada componente.

¿Por qué es tan importante en maquinaria vial?

Los equipos viales operan en condiciones severas: terrenos irregulares, polvo, barro, cargas variables, uso continuo y, muchas veces, sin posibilidad de detención inmediata. Una falla repentina puede paralizar una obra entera, interrumpir un contrato o generar gastos adicionales por traslados, repuestos de urgencia y mano de obra no programada.

Al aplicar mantenimiento preventivo de forma constante, se logra:

  • Reducir los tiempos de inactividad no programados.
  • Evitar daños mayores por desgaste acumulado.
  • Optimizar el rendimiento del motor, hidráulica y transmisión.
  • Detectar pérdidas de eficiencia o consumo anormal de combustibles y aceites.
  • Cumplir con las normas de seguridad laboral y ambientales.
  • Aumentar la vida útil de la máquina y su valor de reventa.

Componentes críticos a monitorear

A continuación, se detallan los sistemas y componentes que deben incluirse en un plan de mantenimiento preventivo típico para equipos viales, sin importar la marca:

1. Motor

  • Cambio y análisis de aceite.
  • Control de filtros de aire, combustible y aceite.
  • Verificación de correas, fugas y estado general del sistema de refrigeración.

2. Sistemas hidráulicos

  • Revisión de mangueras, conexiones, válvulas, cilindros y niveles de fluido.
  • Control de presión y temperatura durante la operación.
  • Análisis de partículas metálicas en el aceite hidráulico (ferrografía).

3. Transmisión y tren de rodaje

  • Chequeo de juego excesivo, ruidos, vibraciones.
  • Lubricación de puntos críticos.
  • Revisión de cadenas, rodillos, bujes y zapatas (en orugas).

4. Sistema eléctrico y electrónico

  • Limpieza de conectores y verificación de baterías y alternador.
  • Revisión de sistemas automáticos de nivelación, tracción o frenado.
  • Diagnóstico de sensores, luces, panel de control y módulos ECU.

5. Chasis, cabina y estructura

  • Revisión de soldaduras, fisuras o deformaciones.
  • Control de fijaciones, pernos y pasadores.
  • Verificación de la visibilidad, espejos, asientos y comandos

¿Con qué frecuencia se debe realizar?

Los intervalos de mantenimiento están definidos por los fabricantes y varían según el modelo, pero generalmente se establecen controles a las:

  • 250 horas: revisiones básicas de fluidos y filtros.
  • 500 horas: incluye limpieza de sistemas, control de presiones y ajustes.
  • 1000 horas: revisión más profunda de todos los sistemas y cambio de piezas que sufren desgaste constante.
  • 2000 horas o más: pueden implicar inspecciones estructurales, análisis de motor y revisión completa de transmisión e hidráulica.

    También deben considerarse factores externos como el tipo de trabajo (carga, excavación, nivelación), el clima, la altitud y el tipo de terreno, que pueden acelerar el desgaste de ciertos componentes.

    Comprender estas diferencias permite adaptar los planes de mantenimiento preventivo a cada flota y aprovechar mejor las tecnologías incorporadas por cada fabricante.

    Conclusión

    El mantenimiento preventivo en equipos viales no es un concepto teórico: es una herramienta técnica indispensable para quienes trabajan con maquinaria pesada. Implementarlo correctamente permite:

    Tomar decisiones informadas basadas en datos.

    Evitar imprevistos operativos.

    Proteger la inversión realizada en maquinaria.

    Cumplir con normativas y estándares de seguridad.

    Mejorar la productividad en el mediano y largo plazo.

    Contar con un plan preventivo documentado, sistemático y ejecutado por personal capacitado no solo reduce costos: también construye confianza en los equipos y en la operación completa.

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